Meditación.
2. Si Dios está con nosotros, ¿a quién le temeremos?
Meditación de ROM. 8, 31B-34.
El texto paulino que estamos reflexionando, es muy útil para quienes se creen indignos de alcanzar la salvación. El concepto del pecado interpretado positivamente nos enseña que podemos mejorar como personas y comunidades de fe porque hemos sido creados a la imagen y la semejanza de Dios, pero la interpretación negativa del mismo nos puede hacer sufrir inútilmente, pues, si Dios es la perfección del bien y se nos ha enseñado que somos simples pecadores, y nuestro amor es inferior al suyo, no seremos salvos por causa de nuestras obras, sino porque Nuestro Padre celestial nos ama (HCH. 16, 31). Si Dios permitió el sacrificio de su Unigénito para enseñarnos que nos ama, ¿qué no hará para concluir nuestra purificación y nuestra santificación? Dios se nos entrega plenamente, y nos pide lo mejor que tenemos, pero ello no ha de sumirnos en la tristeza, porque Nuestro Santo Padre jamás nos pedirá algo que vaya más allá de nuestra capacidad de actuar como buenos cristianos.
(José Portillo Pérez
joseportilloperez@gmail.com
).