Carta a Jesús
Querido Jesús:
Cuando empieza a amanecer el primer día en que el resplandor de tu luz iluminará el mundo que Nuestro querido Padre común creó para que aceptáramos ser santificados por el Espíritu Santo, quiero darte gracias por haber venido a nuestro encuentro. Esta celebración es muy especial para mí porque, el pasado día 23, cumplí mi tercer año de evangelizador en la red. Quiero pedirte que me sigas ayudando a predicar tu Palabra, así pues, te pido que me fortalezcas para que el cansancio y el desánimo no me alejen de tu presencia.
Quiero pedirte muy especialmente por todos mis lectores, por aquellos a quienes conozco, y por aquellos a quienes no he tenido aún la oportunidad de saludar. Quiero pedirte por quienes me han manifestado sus inquietudes, y por aquellos otros que, aunque nunca me escriben, sé que me leen, y de alguna manera estoy contento porque nunca me dicen nada con respecto a lo que escribo, pues sé que, muchos de los que me escriben, sólo se acuerdan de mí cuando se sienten tristes y saben que les estoy esperando al otro lado del monitor, para compartir sus inquietudes en el anonimato.
Fortalece, querido Jesús, a quienes se han arrepentido de los pecados que han cometido, y enséñales a perdonarse a sí mismos. Diles que lo importante no es que se enfrenten a sus dificultades resolviendo todos sus problemas perfectamente. Diles que, para quienes somos imperfectos, es más importante la constancia que la perfección, dado que, esta última, no podremos disfrutarla, hasta que nos dejemos redimir por Ti.
No quiero pedirte que soluciones los problemas de los pobres, ni que acojas a los niños sin hogar, sino que nos ayudes a ser los instrumentos mediante los que se lleven a cabo todos los planes de Dios.
Ayúdanos a ser buenos seguidores tuyos, y, con respecto a la difusión del trabajo que realizo en la red, que se haga tu voluntad, aunque en ciertas ocasiones tus deseos no se igualen a los míos.
Gracias, Señor, por estar siempre con nosotros.
José Portillo Pérez
joseportilloperez@gmail.com