Introduce el texto que quieres buscar.

Mantengamos viva la esperanza de vivir en la presencia de Nuestro Santo Padre. (Meditación de la primera lectura del Domingo III de Adviento del Ciclo C).

   Meditación.

   1. Mantengamos viva la esperanza de vivir en la presencia de Nuestro Santo Padre.

   Meditación de SOF. 3, 14-18A.

   A partir de la invasión de Senaquerib, rey de Asiria, que aconteció el año 701 antes de Cristo, el reino de Judá vivió un periodo de idolatría, indiferencia religiosa, y corrupción. El descuido del cumplimiento de la Ley de Dios por parte de la clase religioso-política, culminó en una gran decadencia política. Sofonías sirvió como profeta en Judá entre los años 640 y 621 antes de Cristo, y fue contemporáneo del profeta Jeremías, quien sirvió durante los años 627 y 586 antes de Cristo. Probablemente, los intentos del rey Josías de hacer que la nación volviera a someterse a Yahveh, estuvieron influenciados por Sofonías, quien predicó que, si la nación no se sometía a Yahveh, sería juzgada y condenada, por causa de su desobediencia a Dios.
   El mensaje principal del libro profético de Sofonías, consiste en que llegará el día en que Dios castigará severamente a todas las naciones, y, después de juzgar a la tierra, se mostrará misericordioso, con todos los que le hayan permanecido fieles.
   Muchos de nosotros hemos caído en el error de buscar la felicidad al margen de Dios. Obviamente, no hemos logrado nuestro objetivo, porque, la única manera que tenemos de encontrar la plenitud de la dicha, consiste en vivir en la presencia de Nuestro Santo Padre, estudiando su Palabra escrita en la Biblia e interpretada por el Magisterio de la Iglesia, poniendo en práctica todo lo aprendido durante los años que se prolongue nuestra formación espiritual, y ejercitándonos en la práctica de la oración. Si hacemos estas tres cosas, Dios se regocijará, sabiendo que deseamos ser sus hijos. Esta es la causa por la que Sofonías nos dice al principio del texto que estamos meditando que nos llenemos de gozo, porque, si le permanecemos fieles a Dios, Nuestro Santo Padre no nos desamparará, y nos concederá la salvación que anhelamos.
   El Señor no nos condenará por haber transgredido el cumplimiento de sus mandamientos, si nos arrepentimos de ello sinceramente. Aunque en el presente tengamos dificultades, Sofonías nos dice en el texto que estamos considerando que Dios ha alejado a nuestro enemigo, -es decir, que Nuestro Santo Padre nos ayudará a superar los problemas que caracterizan nuestra vida-.
   Sofonías predicó el gozo que significaría para Judá vivir en la presencia de Dios, una vez que se volviera a su Creador. el citado anuncio nos hace pensar en la Parusía del Señor, pues el Adviento es un tiempo en que recordamos la segunda venida de Nuestro Salvador al mundo, para convertir nuestra tierra en un Reino de amor y paz, en que no existirá ninguna forma de sufrimiento.

José Portillo Pérez
joseportilloperez@gmail.com